29 diciembre 2007

Anomia social y una receta contra ella.

Bajo la denominación "anomia social" se suele hacer referencia a la falta de pulso, de organización institucional y moral de una sociedad. Es un concepto caro a sociólogos, pero también a otros ámbitos de las disciplinas conocidas por el anglicismo de "ciencias blandas".

Si se lee hoy día a Spengler, Junger o Sorel, todo lo que ahora se escribe resulta untuoso, feble, difícil de asir, quizás porque en épocas de desesperanza (o debiéramos decir de gran esperanza pero poca realidad tangible) hace falta la fuerza profética de filósofos que escriben "a martillazos".

De todas maneras y sin creer en movimientos cíclicos de la historia, algo debe cambiar tanto en el pensamiento como en la acción. En el primero al menos, hay quienes asoman como exponentes de una línea vigorosa que parte de la interpretación real para construir la sociedad del futuro. Son filósofos como Alberto Buela, que muestra un desarrollo discursivo lejano del derrotismo postmoderno que entiende que nada tiene arreglo, como también lejano de aquellos que quieren hacer "tabula rasa", anclados en las tonterías de la añeja y gastada Escuela de Frankfurt, para construir no sé sabe qué.

El fino ensayista argentino Buela, propone la metapolítica como disciplina, o interdisciplina que va más allá de los hechos, que interpreta, y que, finalmente, propone. Vista a vuelapluma parte de la obra más accesible de Buela en internet [*] nos adherimos a su interesante pensamiento realista y constructivo, como vacuna frente a la anomia que encabeza el título.

Pensamiento fuerte para una acción fuerte... ¿será ese el sino de este siglo?

[*] El concurso de Alberto Buela es últimamente prolífico en España, destacaremos un ejemplo estimulante, la "Bitácora Pi".
http://bitacorapi.blogia.com/

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